Quizá habéis leído el título y os estéis preguntando… que o
quien es Maxi?
Pues bien, hoy os voy
a contar quien es Maxi y cómo surgió...

Mi pequeñito de 6 años, tiene bastantes problemas a la hora
de conciliar el sueño, le cuesta mucho dormir y siempre tiene pesadillas.
Un día que me quede en casa sola con los peques el niño se pasó media noche
viniendo a mi cuarto diciendo que tenía pesadillas, a mí me daba mucha penita pero
no sabía que más hacer para que el pobre pudiera dormir y descansar, le había explicado ya 3 cuentos,
le había llevado a su “snuggle bear” un osito de trapo que necesita para dormir y bueno para vivir, pero no había manera... Entonces, se me encendió la bombilla!!
Me vino a la cabeza una historia, un poco estúpida y poco elaborada que no
tenia ninguna esperanza de que funcionara, pero estaba cansada y desesperada así que me decidí a probar!
Snuggle bear |
Le dije al pequeño que tenía la solución para que no tuviera
pesadillas, le expliqué que yo tengo un amigo que es muy muy muy pequeñito, tan
pequeñito que cabe por su oreja, entonces tú le puedes decir en lo que quieres
soñar y el se mete por tu oreja va hacia el cerebro y te cambia los malos
sueños por buenos sueños. El pequeño sonrió y me preguntó cómo se llama? Me quedé
en blanco, y lo primero que me vino a la cabeza fue el nombre de un perrito que
tuve, MAX. El niño me pidió que quería que Max viniera, así que llamé a Max, le
pedí que viniera y le pedí por favor que cambiara las pesadillas del peque por
sueños buenos.
Max por supuesto estuvo de acuerdo, así que con Max en mi mano, empezó la
cuenta atrás…
3, 2, 1 GO! Y entre efectos especiales
al sonido de bfff y bruuum y de mi dedo meñique haciéndole cosquillas en la
oreja, MAX entro en su cabecita y consiguió quedarse frito!
Y yo me fui a dormir también, con una sensación de alegría y
orgullo al ver que había funcionado!
Al día siguiente el pequeño le contó a su hermana lo de Max
y desde entonces los dos cada noche después de sus cuentos me piden que venga
MAX!
Pero...
mi mantita de vaquita |
Ayer como cada noche el pequeño me dijo, Aïda, necesito a
Maxi, así que fui y como cada noche le hice el teatrillo de Max, pero ayer el
pequeño volvió a tener pesadillas, de las de verdad otra vez, no podía dormir,
y esta vez Maxi no serbia..
Así que volví a echar mano de mi imaginación... Le dije que si quería que le
diera mi mantita, y el me dijo que no, que él tenía la suya, y le dije… aaah
pero tú no sabes que la mía es especial?? me pregunto qué porque era especial? Yo le
dije que cuando dormía con ella nunca tenia pesadillas y que si tenía miedo la
agarraba fuerte y el miedo se iba, le dije que si quería probar? No se lo pensó
y me dijo que si, fui a por mí mantita de vaquita y lo arropé, le di una
esquinita y le dije que la cogiera, que cuando tuviera miedo la apretara
fuerte, y seguro que funcionaba y que si no funcionaba yo estaría en la
habitación de al lado que me podía venir a buscar… él sonrió y me dijo Gracias,
le dije que no tenía que darme las gracias y me dijo…
Si, porque eres muy buena te tengo que dar las gracias…
Le apagué la luz y por primera vez desde que llegué aquí, pronunció esas palabras que tanta ilusión me hizo oír…
Thank you Aïda, I love you …
Me quedé parada, sonreí y con una alegría que no me cabía en el cuerpo
le dije,
I love you too.
No hay comentarios:
Publicar un comentario