Qué es lo que menos me gusta de los niños,
hoy lo tengo tan claro... lo que menos me gusta son los gritos, cuando se
enfadan y chillan sin motivo, es curioso, mi madre siempre me dice que de pequeña
yo no lloraba yo gritaba mucho, sin embargo es algo que ahora no me gusta nada, no me
gustan las peleas entre ellos, pero sobre todo cuando estas se producen en el
coche mientras conduzco, no me gusta que me pidan una cosa y cuando se la doy
ya no la quieran, pero lo que menos me gusta de ellos, es que vayan andando muy
lentos, se queden atrás, te pares a esperarlos y cuando se acercan echan a
correr y tienes que correr detrás de ellos para alcanzarlos!! Por qué siempre
hacen eso!? Sin embargo, cuando se giran
y te enseñan una sonrisa y te dicen, porque vas tan lenta? ..con es acara de
pillos… es inevitable no sonreír. Pero
sabéis? Las cosas que no me gustan de ellos, son tan poquitas y tan
insignificante comparado con todos esos motivos que hacen que quiera dedicarme
a trabajar con estos pequeños como educadora…
Lo que más me gusta de
ellos sin duda es su alegría, su manera de ver la vida, me gusta las mil y unas
preguntas que se hacen y te hacen a lo largo del día, esos miles de porques,
que más de uno te deja sin palabras y acabas preguntándote tú también el por
qué, me gustan esas ganas de disfrutar de jugar de pasarlo en grande, esas ganas de simplemente ser felices, y si , me
gustan sus sonrisas pero me gustan aún mas sus carcajadas, sus carcajadas justo en el punto en
que hacen estallar mi sonrisa y y ambas se funden en un unísono, me gusta poder
enseñarles todo lo que se, pero aún más me gusta poder aprender cada día un
poco más de ellos, me gusta porque son capaces de razonar, rectificar, pedir perdón
y perdonar muchísimo mejor que muchos adultos, me gusta su imaginación interminable
y como a través de ella pueden llegar allí donde quieren, su afán por ayudar a los demás, me gusta toda
esa energía que tienen acumulada y que descargan moviéndose como locos sin
sentido alguno, corriendo, saltando, riendo, cantando jugando… esa energía que
sin duda es muy superior a la mía, y hacen que cada noche me vaya a la cama
agotada, sin fuerzas, que caiga redonda en un sueño profundo, un sueño donde
mas me vale poder cargar pilas para poder aguantar un día más toda esa energía acumulada.
Pero sin embargo, es gracias a estos pequeños que cada día, cuando duermo una
sonrisa entrecortada se dibuja en mi rostro, señoras y señores eso se llama
FELICIDAD, y es que lo que más me gusta de estos pequeños es que me hacen cada
día feliz.
Un saludo, hasta pronto!
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